domingo, 21 de noviembre de 2010

Técnicas para padres ante el fracaso escolar

Reconozca y acepte que su hijo tiene dificultades. Estudie el problema, localice dónde falla el proceso educativo y ponga los medios necesarios para superarlo.

  • Infórmese por todo lo relacionado con su colegio. No sólo por las notas, también son importantes sus problemas con los compañeros o de relación con los profesores. El niño debe sentir que sus estudios son un asunto que interesa.
  • Muestre predisposición y atienda sus necesidades y preguntas en casa, pero nunca jamás le haga el trabajo.
  • Haga saber a su hijo que usted no conoce la respuesta a todas las preguntas y propóngale buscar juntos aquellas que desconozca.
  • Potencie en el niño la confianza en sí mismo. El entusiasmo se contagia.
  • Permítale que tome decisiones y asuma responsabilidades acordes con su edad.
  • Nunca le compare con sus hermanos o amigos.
  • Jamás le haga sentirse inútil o culpable.
  • Sea coherente. Si su hijo ve leer en su casa y usted comparte con él conocimientos es más fácil despertar su deseo de aprender.
  • Cree una atmósfera que estimule su curiosidad.
  • No asedie a su hijo con la idea del estudio. Explíquele cuáles son los objetivos y qué es lo que se espera de él.
  • Antes de decidir, hable con el niño para saber cuál es su problema y qué tipo de ayuda puede ofrecerle usted.
  • No amenace ni castigue. Apueste, sobre todo, por la persuasión y la estimulación.
  • Enséñele a no desanimarse. Explíquele que hay que ser tenaz y buscar alternativas.
  • Evite transmitir mensajes negativos del tipo «eres un mal estudiante» porque puede llegar a creérselos y bloquear su desarrollo posterior.
  • Celebre sus éxitos, por mínimos que sean.
  • Las clases particulares no siempre son la solución. Si lo hace, debe suprimir la ayuda en cuanto se obtengan los resultados deseados.
  • Enriquezca su ocio. Que no vea sólo la televisión. Enséñele programas adecuados, llévele a museos, cuéntele historias, haga que tenga contacto con la naturaleza...

jueves, 18 de noviembre de 2010

El papel del educador social en el fracaso escolar

Es importante incidir en el núcleo del problema, el joven que abandona y fracasa en sus estudios, todos los esfuerzos tienen que ir dirigidos a él.



Es frecuente hablar del éxito, del triunfo, de cómo alcanzarlo y de la psicología del que llega a esas cimas, pero pocas veces se estudia el fracaso y el valor de las derrotas, pero a qué ¿se llama fracaso? podemos definirlo como la experiencia interior de derrota, consecuencia de haber comprobado que algo en lo que habíamos puesto nuestro esfuerzo e ilusión, no ha salido como esperábamos, es la conciencia de no haber cubierto la meta propuesta, pero entre la gente joven que abandona está la certeza de que es recuperable este aliento, la patria del hombre son sus ilusiones, la vida es siempre anticipación y porvenir, somos proyectos de futuro que ayudado ahora más que nunca  por nuestra labor de educadores sociales y el enfoque de estas ayudas por las distintas administraciones sería de gran interés para la sociedad de los jovenes.



¿Crees que el conjunto de las distintas Administraciones, junto con las familias debería implantar dentro del sistema educativo una asignatura de orientación social dirigida por educadores sociales para prevención del fracaso escolar?



¿Quien fracasa el alumno, el sistema escolar, la familia o la sociedad?

Las causas que provocan el que un alumno no alcance el nivel de rendimiento esperado para su edad son muy variadas.

La desmotivación, la falta de concentración, la desorganización, la ansiedad ante un examen, los problemas de memoria, la falta de autoestima, los deficientes hábitos de estudio, etc. pueden dificultar que el estudiante obtenga los resultados académicos esperados.
El interés que tiene que tener las distintas administraciones junto con las familias e incluso el sistema educativo es  intentar dialogar para buscar la prevención del fracaso escolar.  El educador social puede tener un papel importante en esta cuestión.